crédito de formación bonificada

Cada año, miles de empresas en España dejan sin utilizar una herramienta fundamental para mejorar la competitividad de sus equipos: el crédito de formación bonificada. Este recurso, gestionado a través de la FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo), permite a las organizaciones formar a sus trabajadores sin coste directo. Sin embargo, lo que muchas empresas desconocen es que este crédito no es acumulable de un año a otro: si no se usa, se pierde. 

El último trimestre del año es el momento crítico para evaluar el estado del crédito formativo y planificar acciones que realmente impulsen la mejora de competencias dentro de la empresa. En este artículo te explicamos cómo calcular tu crédito, qué requisitos debes cumplir, y cómo aprovecharlo al máximo antes del 31 de diciembre. ¡No dejes pasar esta oportunidad! 

Además, vamos a profundizar en cómo esta herramienta puede beneficiar no solo a grandes organizaciones, sino también a pymes y microempresas que deseen aumentar su competitividad sin necesidad de asumir un coste elevado. Utilizar el crédito de formación bonificada de forma eficaz significa apostar por el crecimiento interno, mejorar la retención del talento y fomentar una cultura de aprendizaje continuo. 

¿Qué es el crédito de formación bonificada y cómo se calcula? 

El crédito de formación bonificada es una cantidad económica anual de la que disponen las empresas para formar a sus empleados. Esta cuantía se calcula en función de las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social durante el año anterior por la contingencia de formación profesional. El sistema está diseñado para que las empresas inviertan en mejorar las competencias de sus trabajadores, lo que a su vez repercute positivamente en la productividad y calidad del servicio o producto ofrecido. 

Factores que determinan el crédito disponible 

  • Tamaño de la empresa: Las empresas de 1 a 5 trabajadores tienen un crédito fijo de 420 euros, independientemente de sus cotizaciones. 
  • Porcentaje sobre cotizaciones: Las empresas de 6 a 9 trabajadores reciben el 100% de la cuantía cotizada. Las de 10 a 49, el 75%, y las de 50 a 249, el 60%. Las de más de 250 trabajadores, el 50%. 
  • Colectivos prioritarios: Las formaciones dirigidas a mayores de 45 años, mujeres en sectores masculinizados, personas con discapacidad, entre otros, pueden tener prioridad en la bonificación. 

Para conocer la cantidad exacta disponible, FUNDAE pone a disposición de las empresas una aplicación telemática donde se puede consultar el crédito y gestionar los cursos. Esta plataforma permite además registrar las acciones formativas, comunicar su inicio y finalización, y gestionar la bonificación en los seguros sociales. 

Además del crédito anual, existen otras facilidades como el uso de agrupaciones de empresas, lo que permite compartir crédito entre varias entidades cuando forman parte de un mismo grupo empresarial. 

¿Cómo aprovechar el crédito de formación antes de fin de año? 

Una vez que sabes cuánto crédito tienes disponible, el siguiente paso es planificar con inteligencia cómo utilizarlo antes de que acabe el año. Muchas empresas esperan hasta noviembre o diciembre para organizar formaciones, lo que puede generar saturación en los proveedores y pérdida de oportunidad. Por eso, actuar con antelación es clave. 

Paso 1: Revisión del crédito disponible 

Antes de planificar cualquier acción, es crucial acceder a la plataforma de FUNDAE y verificar el importe de crédito disponible. Este dato te permitirá ajustar el tipo y número de formaciones posibles. Si no tienes acceso directo a la plataforma, puedes solicitar ayuda a tu asesoría o a un centro de formación especializado. 

También es importante revisar si se han realizado bonificaciones en meses anteriores. A veces, por errores administrativos o por falta de comunicación interna, parte del crédito puede haberse usado sin que el responsable de formación lo sepa. 

Paso 2: Detección de necesidades formativas 

Analiza las carencias y oportunidades de mejora en los equipos. Una buena estrategia es preguntar a los propios empleados qué competencias creen que necesitan fortalecer. Puedes usar encuestas internas, entrevistas o revisar evaluaciones de desempeño para detectar brechas de conocimiento. 

Asimismo, ten en cuenta los objetivos estratégicos de la empresa. ¿Quieres digitalizar procesos? ¿Mejorar la atención al cliente? ¿Reducir errores de producción? La formación debe estar alineada con estas metas para ser realmente efectiva. 

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